LO QUE VEZ
Un tubo fluorescente corriente fijado diagonal
mente a la pared, vigas
de madera sin labrar o placas metálicas
dispuestas en e! suelo formando estructuras simples, cajas de metal y
plexiglás
simplemente
alineadas, cubos y otras formas estereométricas básicas de madera
conirachapada, aluminio o acero: así es como pueden describirse los trabajos que muchos artistas
desarrollaron en Nueva York y Los Ángeles a principios
de los años sesenta,
Cuando ese tipo de obras-objeto empezaron a
exponerse hacia 1963, primero
en las galerías
y poco a poco en los museos neoyorquinos, quedó patente que ni el público ni la
crítica
estaban preparados aún
para valorarlas. El pop art celebraba por aquel entonces su marcha
triunfal, por lo menos en el plano comercial, y gracias a una gran
exposición
en el Museum of Modern Art se consagraba entre las Bellas Artes. Por lo demás, el mundillo artístico de la metrópoli, en aquel entonces
de dimensiones aún
reducidas, seguía
dominado por la pintura en parte abstracta, en parte figurativa de
movimientos como el
expresionismo abstracto y la llamada «abstracción postpictórica".
El desconcierto que inspiraron esos objetos de apariencia insignificante se reflejó ya en el
gran número
de denominaciones que ia crítica
usó
para etiquetarlos. ABC Art, Coo! Art, Rejective Art, Primary Structures y
Literalist Art fueron algunas de las expresiones que trataron
de definir la nueva tendencia, difícilmente
inteligible,
del
arte americano. Finalmente se impuso la expresión "Winimal Art», usada por
primera vez en 1965 por el filósofo
del arte Richard Wollheim
como título de uno de sus ensayos.
Resulta sin embargo paradójico que ese escrito,
en el que Wollheim exponía la tesis de que el contenido artístico de
muchas obras se había
ido minimizando a lo largo de los cincuenta años anteriores, no mencionara a
ninguno de los artistas a los que el concepto haría referencia
después.
El análisis
del filósofo
se ocupaba más
bien de los neoctadaístas
con Ad Reinhardt a la cabeza y, sobre todo, de los ready-made de
Marcel Duchamp.
A diferencia del
concepto general de "minimalismo" que describe las correspondientes tendencias en la danza, la música, la
literatura, la pintura y la escultura, la denominación de «arte
minimalista-se suele restringir a las artes visuales,
La pintura tuvo un papel precursor en el desarrollo del
arte minimalista; su gran
aportación
fue la polémica
sobre el estatus de la abstracción en el ámbito de los
objetos tridimensionales (algunos artistas se aferraban al
concepto de la escultura). Pero aunque hubo posiciones pictóricas cercanas al arte minimalista (Jo Baer, Robert Mangold, Agnes Martin y Roberl Ryman entre otros),
desde una perspectiva histórica, el
movimiento fue una tendencia programática
que transcendió
a la pintura.
En un sentido estricto, el concepto de arte minimalista sólo acoge los objetos,
esculturas e instalaciones de cinco artistas: Cari Andre, Dan Flavin, Donald Judd,
Sol LeWitt y Robert Morris, El discurso de
esa corriente, sólo
posteriormente conocida corno arte minimalista, emanó en gran
parte del análisis
de las obras de los autores mencionados; por otro lado, los propios artistas,
sobre todo Donald Judd y Robert Morris,
crearon y determinaron activamente desde el principio el fundamento teórico con sus escritos.
Parece ser
significativo el hecho de que ninguno de los autores arriba mencionados se declarara nunca conforme con que su obra se etiquetara como arte minimalista. Por
ello no resulta sorprendente la
ausencia de una definición
satisfactoria de lo que se entiende bajo ese concepto
desde el punto de vista teórico
y estético.
Hasta
ahora, casi todos los intentos de definir el arte minimalista se han basado,
sobre todo, en el análisis de similitudes
formales como, por ejemplo, un lenguaje de foimas reducidas, el carácter serial, el método de
composición
no relacional, el uso de nuevos materiales industriales prefabricados y la aplicación de procesos de producción industrial.
Sin embargo, no se puede entender plenamente el
arte minimalista sin un análisis
previo de las importantes transformaciones que se
produjeron entre 1945 y 1968 y que no sólo
afectaron a la
concepción del arte, sino también a su estatus en el seno de la sociedad y a su amplia
divulgación gracias a los medios de
comunicación.
Antecedentes históricos del arte
minimalista en
la pintura
Uno
de los hechos más
llamativos de la historia del arte reciente es que varias de las condiciones previas más ¡mportanies para el
surgimiento del arte minimalista se dieran en la pintura y no en la escultura. Y es que, en definitiva, fue el
arte minimalista el que tras el deconstruclivismo ruso y el movimiento de la
Bauhaus de los años
veinte volvió
a discutir seriamente la capacidad de liderazgo de la pintura en el mundo del arte
moderno.
Mientras
que en el ámbito de la escultura hasta
principios de la década de 1960
sólo
se iban percibiendo novedades de forma moderada (anteriormente
casi todas las obras plásticas
estaban más
o menos relacionadas con la escultura cubista), la pintura norteamericana
experimentó
desde finales de la Segunda Guerra Mundial una evolución
vertiginosa. A medida que las apreciadas obras de marcado carácter idílico-naíf que
ensalzaban el interior de Estados Unidos
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