martes, 26 de junio de 2012

EL AGUA


 

INDICE




INTRODUCCIÓN


En el presente trabajo estudiaremos el ciclo hidrológico o ciclo del agua y podemos decir que es el proceso de circulación del agua entre los distintos compartimentos de la hidrósfera. Se trata de un ciclo biogeoquímico en el que hay una intervención mínima de reacciones químicas, y el agua solamente se traslada de unos lugares a otros o cambia de estado físico.
El agua de la hidrósfera Gabriel seco procede de la desfragmentación del metano, donde tiene una presencia significativa, por los procesos del vulcanismo. Una parte del agua puede reincorporarse al manto con los sedimentos oceánicos de los que forma parte cuando éstos acompañan a la litósfera en subducción.
La mayor parte de la masa del agua se encuentra en forma líquida, sobre todo en los océanos y mares y en menor medida en forma de agua subterránea o de agua superficial (en ríos y arroyos). El segundo compartimento por su importancia es el del agua acumulada como hielo sobre todo en los casquetes glaciares antártico y groenlandés, con una participación pequeña de los glaciares de montaña, sobre todo de las latitudes altas y medias, y de la banquisa. Por último, una fracción menor está presente en la atmósfera como vapor o, en estado gaseoso, como nubes. Esta fracción atmosférica es sin embargo muy importante para el intercambio entre compartimentos y para la circulación horizontal del agua, de manera que se asegura un suministro permanente a las regiones de la superficie continental alejadas de los depósitos principales.



Los principales objetivos de la hidrología, al diseñar una obra de ingeniería, pueden resumirse en dos grandes grupos:
a)    La obtención de la avenida máxima que con una determinada frecuencia puede ocurrir en un cierto lugar.

La idea del ciclo hidrológico, que hoy nos parece tan intuitiva, durante siglos no fue comprendida por filósofos y "científicos", creyendo que el ciclo se realizaba al revés, el agua penetraba en la corteza desde el fondo de los océanos, se almacenaba en la profundidad, probablemente en grandes cavernas, y ascendía después por el calos de la tierra hasta las partes altas de las montañas, surgiendo en las zonas de nacimiento de los ríos. No creían posible que el caudal de un gran río fuera producido exclusivamente por las lluvias y les maraville la existencia de manantiales en lugares topográficamente elevados y con caudales relativamente constantes. Tales, Platón, Aristóteles, Kepler y Descartes no se limitaban con esbozar la idea del ciclo al revés, sino que dedicaban largos textos a pormenorizar las diversas etapas del proceso.[1]

El agua existe en la Tierra en tres estados: sólido (hielo, nieve), líquido y gas (vapor de agua). Océanos, ríos, nubes y lluvia están en constante cambio: el agua de la superficie se evapora, el agua de las nubes precipita, la lluvia se filtra por la tierra, etc. Sin embargo, la cantidad total de agua en el planeta no cambia. La circulación y conservación de agua en la Tierra se llama ciclo hidrológico, o ciclo del agua. Cuando se formó, hace aproximadamente cuatro mil quinientos millones de años, la Tierra ya tenía en su interior vapor de agua. En un principio, era una enorme bola en constante fusión con cientos de volcanes activos en su superficie. El magma, cargado de gases con vapor de agua, emergió a la superficie gracias a las constantes erupciones. Luego la Tierra se enfrió, el vapor de agua se condensó y cayó nuevamente al suelo en forma de lluvia. El ciclo hidrológico comienza con la evaporación del agua desde la superficie del océano. A medida que se eleva, el aire humedecido se enfría y el vapor se transforma en agua: es la condensación. Las gotas se juntan y forman una nube. Luego, caen por su propio peso: es la precipitación. Si en la atmósfera hace mucho frío, el agua cae como nieve o granizo. Si es más cálida, caerán gotas de lluvia. Una parte del agua que llega a la tierra será aprovechada por los seres vivos; otra escurrirá por el terreno hasta llegar a un río, un lago o el océano. A este fenómeno se le conoce como escorrentía. Otro poco del agua se filtrará a través del suelo, formando capas de agua subterránea. Este proceso es la percolación. Más tarde o más temprano, toda esta agua volverá nuevamente a la atmósfera, debido principalmente a la evaporación.

Evaporación 
El ciclo se inicia sobre todo en las grandes superficies líquidas (lagos, mares y océanos) donde la radiación solar favorece que continuamente se forme vapor de agua. El vapor de agua, menos denso que el aire, asciende a capas más altas de la atmósfera, donde se enfría y se condensa formando nubes.

Precipitación
Cuando por condensación las partículas de agua que forman las nubes alcanzan un tamaño superior a 0,1 mm comienza a formarse gotas, gotas que caen por gravedad dando lugar a las precipitaciones (en forma de lluvia, granizo o nieve).

Retención
Pero no toda el agua que precipita llega a alcanzar la superficie del terreno. Una parte del agua de precipitación vuelve a evaporarse en su caída y otra parte es retenida (“agua de intercepción”) por la vegetación, edificios, carreteras, etc., y luego se evapora.
Del agua que alcanza la superficie del terreno, una parte queda retenida en charcas, lagos y embalses (“almacenamiento superficial”) volviendo una gran parte de nuevo a la atmósfera en forma de vapor.

Escorrentía superficial
Otra parte circula sobre la superficie y se concentra en pequeños cursos de agua, que luego se reúnen en arroyos y más tarde desembocan en los ríos (“escorrentía superficial”). Este agua que circula superficialmente irá a parar a lagos o al mar, donde una parte se evaporará y otra se infiltrará en el terreno.

Infiltración
Pero también una parte de la precipitación llega a penetrar la superficie del terreno  (“infiltración”) a través de los poros y fisuras del suelo o las rocas, rellenando de agua el medio poroso.

Evapotranspiración
En casi todas las formaciones geológicas existe una parte superficial cuyos poros no están saturados en agua, que se denomina “zona no saturada”, y una parte inferior saturada en agua, y denominada “zona saturada”. Una buena parte del agua infiltrada nunca llega a la zona saturada sino que es interceptada en la zona no saturada. En la zona no saturada una parte de este agua se evapora y vuelve a la atmósfera en forma de vapor, y otra parte, mucho más importante cuantitativamente, se consume en la “transpiración” de las plantas. Los fenómenos de evaporación y transpiración en la zona no saturada son difíciles de separar, y es por ello por lo que se utiliza el término “evapotranspiración” para englobar ambos términos. 

Escorrentía subterránea               
El agua que desciende, por gravedad-percolación y alcanza la zona saturada constituye la “recarga de agua subterránea.  
El agua subterránea puede volver a la atmósfera por evapotranspiración cuando el nivel saturado queda próximo a la superficie del terreno. Otras veces, se produce la descarga de las aguas subterráneas, la cual pasará a engrosar el caudal de los ríos, rezumando directamente en el cauce o a través de manantiales, o descarga directamente en el mar, u otras grandes superficies de agua, cerrándose así el ciclo hidrológico.
El ciclo hidrológico es un proceso continuo pero irregular en el espacio y en el tiempo. Una gota de lluvia puede recorrer todo el ciclo o una parte de él. Cualquier acción del hombre en una parte del ciclo, alterará el ciclo entero para una determinada región. El hombre actúa introduciendo cambios importantes en el ciclo hidrológico de algunas regiones de manera progresiva al desecar zonas pantanosas, modificar el régimen de los ríos, construir embalses, etc.
El ciclo hidrológico no sólo transfiere vapor de agua desde la superficie de la Tierra a la atmósfera sino que colabora a mantener la superficie de la Tierra más fría y la atmósfera más caliente. Además juega un papel de vital importancia: permite dulcificar las temperaturas y precipitaciones de diferentes zonas del planeta, intercambiando calor y humedad entre puntos en ocasiones muy alejados.
Las tasas de renovación del agua, o tiempo de residencia medio, en cada una de las fases del ciclo hidrológico no son iguales. Por ejemplo, el agua de los océanos se renueva lentamente, una vez cada 3.000 años, en cambio el vapor atmosférico lo hace rápidamente, cada 10 días aproximadamente.

La contaminación del agua es, según la Ley de Aguas, <> (Ley de Aguas, art. 85).

Los tipos de contaminación se diferencian según su origen. Podemos distinguir:
·         Difusa. Su origen no está claramente definido, aparece en zonas amplias y no tiene foco emisor concreto.
·         Puntual. Es producida por un foco emisor determinado, y afecta a una zona concreta.
La contaminación natural consiste en la presencia de determinadas sustancias en el agua sin que intervenga la acción humana.
La contaminación de origen urbano es el resultado del uso del agua en viviendas, actividades comerciales y de servicios, lo que genera aguas residuales, que son devueltas al receptor con un contenido de residuos fecales, deshechos de alimentos y en la actualidad con un incremento de productos químicos.
La contaminación de origen agrícola deriva del uso de plaguicidas, pesticidas, biocidas, fertilizantes y abonos, que son arrastrados por el agua de riego, llevando consigo sales compuestas de nitrógeno, fósforo, azufre y trazas de elementos organoclorados que pueden llegar al suelo por lixiviado y contaminar las aguas subterráneas.[2]
La contaminación de origen industrial es una de las que produce un mayor impacto, por la gran variedad de materiales y fuentes de energía que puede aportar al agua.
Otras fuentes de contaminación de origen antropogénico son:
·         Los vertederos de residuos, tanto urbanos como industriales y agrarios.
·         La contaminación por restos de combustibles, como lubricantes, anticongelantes, asfaltos.
·         La contaminación de agua por fugas en conducciones y depósitos de carácter industrial.
·         Las mareas negras, ocasionadas por el vertido de petróleo crudo sobre el mar, principalmente como consecuencia de accidentes de os grandes buques petroleros o como resultado de limpieza.

Existen una serie de factores que contribuyen a disminuir o a agravar los procesos de contaminación de las aguas, como son las características del receptor y de la zona donde éste se encuentra, y los usos previos del agua.
Si tenemos en cuenta las características del receptor, debemos distinguir:
·         Tipo de receptor, es decir, si se trata de aguas superficiales o subterráneas.
·         Cantidad y calidad del receptor.
·         Características dinámicas o estáticas, que le dan mayor o menor poder, respectivamente, de “dispersión” de la contaminación y la posibilidad de una mayor autodepuración en el caso de que el agua no quede concentrada en un punto.
·         Características de biocenosis, es decir, la mayor o menor presencia de organismos capaces de degradar la materia contaminada.
Por lo que se refiere a las características de la zona donde se localiza el receptor, puede existir en ella diferentes aportes de aguas contaminadas que aumenten el grado de contaminación del receptor, influyendo también las particularidades climáticas y geomorfológicas de la zona, que aportan las características al receptor.
En cuanto a los usos previos del agua del receptor, referidos concretamente al tipo y cantidad de vertidos que el agua ha tenido que soportar con anterioridad, así como a la existencia o no de sistemas de depuración en el receptor que contribuyan a aumentar o disminuir el grado de contaminación que provocaría una utilización posterior.

Según su naturaleza, los contaminantes del agua se pueden clasificar en físicos, químicos y biológicos.
Los contaminantes del agua son todas aquellas sustancias químicas, seres vivos o formas de energía que se encuentran en proporciones superiores a las consideradas normales.

·         Contaminantes físicos.
Contaminantes químicos, elementos y compuestos de naturaleza química variada, que alteran las propiedades del agua e hipotecan sus usos, que pueden ser orgánicos, inorgánicos y gases.

Contaminantes biológicos, como la materia orgánica que participa en los procesos de descomposición y los microorganismos presentes en el agua, cuyo efecto más importante es la producción o transmisión de enfermedades, como el tifus, cólera, disentería, paludismo, etc., cuando sobrepasan unos valores límites.

·         Efectos generales de la contaminación del agua:
Vamos a estudiar ahora los efectos generales de la contaminación del agua en tres niveles: ríos y lagos, aguas subterráneas y agua del mar.

La contaminación de ríos y lagos: eutrofización:
Debido a su poder erosivo, los ríos arrastran sales, materia orgánica y sólidos en suspensión. Por lo que se desencadenan procesos de contaminación cuyos efectos más importantes son:
o    Restricción en el uso del agua.
o    Alteraciones en la fauna y/o flora acuáticas.
o    Apariencia y olor desagradables.
La principal defensa que los ríos tienen para contrarrestar la contaminación es su dinámica. Un ejemplo de esto es el proceso conocido como eutrofización, que consiste en un aumento de la productividad biológica que ocasiona un excesivo crecimiento de algas provocado por la introducción en el ecosistema de materia orgánica a través de vertidos de origen agrícola y doméstico.
La eutrofización puede aparecer también en estuarios costeros y mares más o menos cerrados que provoca la aparición de algas tóxicas que acaban con peces, aves acuáticas y mamíferos marinos.
Entre las medidas que permiten minimizar y corregir la eutrofización, se encuentran las siguientes:
·         Limitar o prohibir vertidos domésticos y agrícolas en ecosistemas acuáticos reducidos o con escasa dinámica.
·         Depurar las aguas residuales antes de su devolución al receptor.
·         Disminuir el contenido de los polifosfatos de los detergentes.
·         Inyectar oxígeno puro en lagos y embalses afectados.
·         Añadir nitrógeno al agua para evitar el crecimiento de algas cianofíceas.
El problema se ha agravado en los últimos 50 años, y muchos lagos españoles y europeos se ven afectados por él.

La contaminación de las aguas subterráneas:
Las aguas subterráneas suponen un recurso hídrico importante puesto que su confinamiento en los acuíferos le proporciona unas características, según la naturaleza de los materiales por los que circula, en general aptas para su consumo. Pero ahora se vean seriamente afectadas por graves problemas como la contaminación, sobreexplotación y salinización; estos últimos íntimamente ligados.
La contaminación de las aguas subterráneas puede ser puntual, con un foco localizado y que afecta a zonas muy concretas y próximas al foco emisor; o difusa que afecta a una zona más extensa del acuífero.
Dadas las características que las aguas subterráneas poseen, escasa dinámica y baja capacidad autodepuradora se hace necesaria la aplicación de medidas que prevengan o disminuyan su contaminación.
La sobreexplotación de un acuífero se ocasiona al extraer agua en cantidad superior a su capacidad de recarga, lo que puede provocar un descenso del nivel freático, disminuyendo sensiblemente su utilidad como recurso.

La contaminación del agua del mar:
Los mares y océanos, al disponer de un gran volumen de agua, poseen una capacidad de autodepuración mucho mayor que la de los ríos, lagos y aguas subterráneas.
Entre los efectos más destacados está la muerte de organismos marinos por hundimiento al perder la flotabilidad, o pérdida de calor al alterarse el aislamiento térmico por la impregnación de crudo en las plumas y pelos.
Para combatir las mareas negras podemos aplicar medidas de carácter preventivo como la elaboración de reglamentaciones y leyes; exigencia para el transporte de crudo y sustancias peligrosas, de buques con doble casco; y medidas correctoras que permitan eliminar el crudo y paliar sus efectos.

El agua disponible destinada a cubrir necesidades del ser humano se localiza principalmente en los continentes en estado líquido. Las acciones más destacadas en la actualidad son:
·         La construcción de presas y embalses que, mediante el laminado de los cursos de agua, permite regular y retener el agua.
·         La explotación y rellenado de acuíferos.
·         La recolección del rocío mediante rampas y canales que van a parar a depósitos subterráneos.
·         Los trasvases o transferencias de agua de unas cuencas hidrográficas a otras.
·         La desalación o tratamientos de agua del mar o agua salobre, para eliminar su contenido de sal.
En un futuro se plantean, entre otras, las siguientes intervenciones:
·         La cobertura de presas para evitar las grandes pérdidas de agua por evaporación.
·         La formación de lluvia artificial a través de estructuras como el “acelerador hidrológico” o el empleo de aviones que “siembran las nubes” con sales de plata para originar núcleos que permitan que el vapor del agua se condense sobre ellos y se genere lluvia.

El agua se distribuye desigualmente entre los distintos compartimentos, y los procesos por los que éstos intercambian el agua se dan a ritmos heterogéneos. El mayor volumen corresponde al océano, seguido del hielo glaciar y después por el agua subterránea. El agua dulce superficial representa sólo una exigua fracción y aún menor el agua atmosférica (vapor y nubes).[3]
Depósito
Volumen
(en millones de km³)
Porcentaje
Océanos
1 370
90,40386
Casquetes y glaciares
546
8,90
Agua subterránea
9,5
0,68
Lagos
0,125
0,01
Humedad del suelo
0,065
0,005
Atmósfera
0,013
0,001
Arroyos y ríos
0,0017
0,0001
Biomasa
0,0006
0,00004

Depósito
Tiempo medio de residencia
Glaciares
20 a 100 años
Nieve estacional
2 a 6 meses
Humedad del suelo
1 a 2 meses
Agua subterránea: somera
100 a 200 años
Agua subterránea: profunda
10.000 años
Lagos
50 a 100 años
Ríos
2 a 6 meses
El tiempo de residencia de una molécula de agua en un compartimento es mayor cuanto menor es el ritmo con que el agua abandona ese compartimento (o se incorpora a él). Es notablemente largo en los casquetes glaciares, a donde llega por una precipitación característicamente escasa, abandonándolos por la pérdida de bloques de hielo en sus márgenes o por la fusión en la base del glaciar, donde se forman pequeños ríos o arroyos que sirven de aliviadero al derretimiento del hielo en su desplazamiento debido a la gravedad. El compartimento donde la residencia media es más larga, aparte el océano, es el de los acuíferos profundos, algunos de los cuales son «acuíferos fósiles», que no se renuevan desde tiempos remotos. El tiempo de residencia es particularmente breve para la fracción atmosférica, que se recicla muy deprisa. El tiempo medio de residencia es el cociente entre el volumen total del compartimento o depósito y el caudal del intercambio de agua (expresado como volumen partido por tiempo); la unidad del tiempo de residencia resultante es la unidad de tiempo utilizada al expresar el caudal.

El ciclo del agua emite una gran cantidad de energía, la cual procede de la que aporta la insolación. La evaporación es debida al calentamiento solar y animada por la circulación atmosférica, que renueva las masas de aire y que es a su vez debida a diferencias de temperatura igualmente dependientes de la insolación. Los cambios de estado del agua requieren o disipan mucha energía, por el elevado valor que toman el calor latente de fusión y el calor latente de vaporización. Así, esos cambios de estado contribuyen al calentamiento o enfriamiento de las masas de aire, y al transporte neto de calor desde las latitudes tropicales o templadas hacia las frías y polares, gracias al cual es más suave en conjunto el clima.

Si despreciamos las pérdidas y las ganancias debidas al vulcanismo y a la subducción, el balance total es cero. Pero si nos fijamos en los océanos, se comprueba que este balance es negativo; se evapora más de lo que precipita en ellos. Y en los continentes hay un superávit; es decir que se precipita más de lo que se evapora. Estos déficit y superávit se compensan con las escorrentías, superficial y subterránea, que vierten agua del continente al mar.


El agua al desplazarse a través del ciclo hidrológico, transporta sólidos y gases en disolución. El carbono, el nitrógeno y el azufre, elementos todos ellos importantes para los organismos vivientes, son volátiles y solubles, y por lo tanto, pueden desplazarse por la atmósfera y realizar ciclos completos, semejantes al ciclo del agua.
La lluvia que cae sobre la superficie del terreno contiene ciertos gases y sólidos en solución. El agua que pasa a través de la zona insaturada de humedad del suelo recoge dióxido de carbono del aire y del suelo y de ese modo aumenta de acidez. Esta agua ácida, al llegar en contacto con partículas de suelo o roca madre, disuelve algunas sales minerales. Si el suelo tiene un buen drenaje, el flujo de salida del agua freática final puede contener una cantidad importante de sólidos totales disueltos, que irán finalmente al mar.
En algunas regiones, el sistema de drenaje tiene su salida final en un mar interior, y no en el océano, son las llamadas cuencas endorreicas. En tales casos, este mar interior se adaptara por sí mismo para mantener el equilibrio hídrico de su zona de drenaje y el almacenamiento en el mismo aumentará o disminuirá, según que la escorrentía sea mayor o menor que la evaporación desde el mismo. Como el agua evaporada no contiene ningún sólido disuelto, éste queda en el mar interior y su contenido salino va aumentando gradualmente.
http://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/thumb/3/32/Afloramientos_de_sal.jpg/250px-Afloramientos_de_sal.jpg

Afloramientos de sal.
Si el agua del suelo se mueve en sentido ascendente, por efecto de la capilaridad, y se está evaporando en la superficie, las sales disueltas pueden ascender también en el suelo y concentrarse en la superficie, donde es frecuente ver en estos casos un estrato blancuzco producido por la acumulación de sales.
Cuando se añade agua de riego, el agua es transpirada, pero las sales que haya en el agua de riego quedan en el suelo. Si el sistema de drenaje es adecuado, y se suministra suficiente cantidad de agua en exceso, como suele hacerse en la práctica del riego superficial, y algunas veces con el riego por aspersión, estas sales se disolverán y serán arrastradas al sistema de drenaje. Si el sistema de drenaje falla, o la cantidad de agua suministrada no es suficiente para el lavado de las sales, éstas se acumularán en el suelo hasta tal grado en que las tierras pueden perder su productividad. Éste sería, según algunos expertos, la razón del decaimiento de la civilización Mesopotámica, irrigada por los ríos Tigris y Éufrates con un excelente sistema de riego, pero con deficiencias en el drenaje.

El Perú, por su ubicación geográfica debería ser un país tropical, de clima cálido y lluvioso; sin embargo, es un país de variados climas subtropicales y tropicales debido a la existencia de dos factores determinantes que modifican completamente sus condiciones ecológicas, estos son: la cordillera de los andes y las corrientes marinas de Humbolt y del niño. de acuerdo a estos factores determinantes, el Perú posee casi todas las variantes climatológicas que se presentan en el mundo.

Los ríos de la costa son la principal fuente aprovechable para abastecimiento poblaciones e industrial, irrigaciones, energía y recarga del agua subterránea, son torrenciales de fuerte pendiente y corto recorrido, de descarga irregular y de gran transporte de sólido.
Los ríos de la sierra se caracterizan por estar contenidos en valles estrechos, con fuertes erosión en la cuenca, poca tierra agrícola y grandes posibilidades de aprovechamiento hidro energético.
Los ríos de la selva conducen grandes caudales, tienen pequeñas pendiente, largos recorridos y fuerte inestabilidad y tendencia a la variación de recursos.
Además debe tenerse en cuenta que casi el 99% de los recursos hidráulicos del Perú se encuentran de algún modo comprometidos internacionalmente, el100% de las cuencas del Atlántico y del Titicaca y un pequeños porcentaje de las cuencas del Pacifico. En la mayoría de casos el Perú es un país de aguas arriba y en algunos otros  es el país de aguas abajo.[4]


CONCLUSIÓN




BIBLIOGRAFÍA

·         Aldama Rodríguez, Alvero Roberto , Ingeniería Hidráulica en México, I.M.T.A. México D.F. 1998 7 Paginas.
·         Ciclo del Agua por el USGS
·         Crespo Villalaz, Mecánica de Suelos, México 1987 10 Paginas.
·         Eduardo Chavarri Velarde. Universidad Nacional Agraria La Molina.Pag.9
·         El ciclo hidrológico (o del agua)
·         El ciclo hidrológico, contiene un breve capítulo que sintetiza el desarrollo del concepto desde los griegos hasta nuestra época.
·         Engenharia de Recursos Hídricos. Ray K.Linsley & Joseph B. Franzini. Editora dá Universidade de Sao Paulo e Editora McGraw-Hill do Brasil, Ltda. 1978.
·         Engenharia de Recursos Hídricos. Ray K.Linsley & Joseph B. Franzini. Editora dá Universidade de Sao Paulo e Editora McGraw-Hill do Brasil, Ltda. 1978.
·         González Cuevas, Ing. Oscar Aspectos Fundamentales del Concreto Reforzado , Edit Limusa , México D.F. 1983 12 Paginas.
·         Handbook Of Applied Hydrology, Editor principal Ven Te Chow, McGraw-Hill, 1988, 712p, ISBN 0070108110
·         J. H. Wallace, P. V. Hobbs Atmospheric science, an introductory survey, Academic Press, San Diego, 1977
·         J. H. Wallace, P. V. Hobbs Atmospheric science, an introductory survey, Academic Press, San Diego, 1977
·         Lepe, Ing. José Luis, Diseño de Presas Pequeñas, United State Departament of the interior of Breads, Washington D.C. 1974 120 Paginas.
·         P. Eagleson Dynamic hydrology, McGraw-Hill, 1970
·         S. L. Dingman Physical hydrology Prentice-Hall, 1994
·         Sánchez Javier San Román. Departamento de Geología. El ciclo Hidrológico. Pag 5.


ANEXOS


Tipos de climas
El ciclo hidrológico
http://www.construaprende.com/tesis03/img/Image85.gif


Salidas del agua subterránea


[1] Sánchez Javier San Román. Departamento de Geología. El ciclo Hidrológico. Pag 5.

[2] Engenharia de Recursos Hídricos. Ray K.Linsley & Joseph B. Franzini. Editora dá Universidade de Sao Paulo e Editora McGraw-Hill do Brasil, Ltda. 1978.

[3] J. H. Wallace, P. V. Hobbs Atmospheric science, an introductory survey, Academic Press, San Diego, 1977
[4] Eduardo Chavarri Velarde. Universidad Nacional Agraria La Molina.Pag.9

LA DOCTRINA DE UNA PERSONA Y DOS NATURALEZAS EN CRISTO



¿Cómo dos naturalezas personales pueden constituir una sola persona?
Este asunto no había sido estudiado, pese a las preposiciones presentadas por los monarquianos dinamistas. Según la fórmula de Tertuliano sobre una persona en dos sustancias, un medio aparentemente adecuado para resolver la situación.
Los teólogos occidentales, con la teoría se sintieron liberados de la responsabilidad planteada en oriente.
El problema cristológico a la vez que presentaba un intento claro y provocativo de solución.
La cristología de este entusiasta se plasmó en oposición a la doctrina arriana de la mutabilidad de logos y a la yuxtaposición externa de las dos naturalezas de Cristo enseñada por los teólogos de Antioquia, diciendo que el hombre que es de los cielos es uno, a quien confiesan como Dios, y el hombre de la tierra otro, diciendo que el primero es increado y al segundo creado.
Apolinar quería construir una cristología tal que no arrojará la menor sombre de mutabilidad sobre la persona de Cristo, y la muerte redentora de Cristo sería sólo la muerte de un hombre.
Es imposible hacer concebir enteramente en una persona la divinidad y la humanidad. El resultado inevitable sería quedarnos con dos personas. No es posible que dos cosas completas lleguen a ser una, solo porque la carne de Cristo es una persona única con su divinidad es posible adorar a Jesús sin incurrir en la adoración de un hombre.
Apolinar consideraba la tricotomía de la naturaleza del hombre como lago establecido a base de uno. El Logos asumió el cuerpo y el alma de un hombre, pero tomó el mismo lugar del espíritu.
Por eso podemos decir que el ser viviente único consiste en algo que es movido y algo que mueve, y no son dos, ni se compone de dos seres completos y semovivientes.
Cristo es una persona con una vida persona en mente, y voluntad y energía, es decir, la persona puramente divina.
Porque al encarnarse, Dios tiene en la carne humana simplemente su propia energía, no quedando su mente sujeta a las pasiones sensuales y carnales, sino que queda libre para guiar divina e impecablemente la carne y sujetar las emociones carnales, no sólo invencible por la muerte, sino con capacidad para destruirla.
No es el hombre Jesús una persona y el Logos divino otra.
Porque así como el hombre es uno, más tiene también dos naturalezas.
El hombre Cristo preexiste, no como si el espíritu, el Espíritu divino, fuese de oro que de él, sino de tal manera que el divino Espíritu en la naturaleza del hombre divino, era el Señor.
Si Cristo solo hubieses sido hombre, o sólo Dios, no habría podido ser mediador entre Dios y el hombre. La carne es, por lo tanto un órgano vital adaptado a los sufrimientos de acuerdo con los propósitos divinos, y ni las palabras de la carne ni los hechos de ella son suyos, y habiendo sido sometida a sufrimientos, como a la carne corresponde, prevaleció sobre los sufrimientos por ser la carne de Dios.
En las décadas antiguas los capadocios atacaron sus puntos de vista, Concilio de Alejandría. Fueron movido a hacerlo principalmente por su sentido general de la integridad de la naturaleza humana de Jesús tal como los relatos de los Evangelios la presentan.
Apolinar restaba explicar cómo podrían existir en una persona dos naturalezas personales.
Debemos reconocer en Cristo por ende dos entidades completas. Esto se aplica tanto a la naturaleza como a la persona. Si hacemos un resumen podemos decir que el hijo de Dios moró dentro del hijo de David.
La unión entre los dos no es, por lo tanto, natural sino moral según la buena voluntad el hombre Jesús desea lo que Dios desea. La deidad se hace eficaz por medio de él. Hay un querer y una energía.
La forma de está unión, según la buena voluntad, manteniendo las dos naturalezas son mezcla, muestra también que la naturaleza de ambos es inseparablemente una, y la voluntad una, y la energía una, como consecuencia de la existencia de un dominio y gobierno en ellos.
La adoración de Jesús es sólo posible, pues, en cuanto el adorador combina en su pensamiento su humanidad y su divinidad.
Como decía Apolinar La unidad de la persona es puesta en peligro. No se puede decir que lo divino se haya hecho realmente hombre, porque sólo queda una unión moral relativa entre dos personas. El significado religioso de esta unión es que Cristo, en prototipo y en ejemplo, representó la unión del hombre con Dios, en voluntad obediente.
La concepción abstracta de Dios que la fundamentaba impedía una comprensión concreta e histórica de la naturaleza del Dios – hombre.
La unidad de la vida personal de Jesús resultaba problemática, aunque tal vez este problema tenía solución. La tendencia de la soteriología griega hacia una edificación mística de la humanidad por medio del Dios hombre no parecía armonizar con la teoría propuesta por los antioqueños.
Los otros teólogos griegos intentaron resolver el problema de manera distinta, siguiendo la línea de Atanasio: El Dios – hombre es una unidad concreta, en quien, empero, discriminamos por abstracción, dos naturalezas, los capadocios mantuvieron, en lo esencial, la misma posición. Pero confrontado por el problema de Apolinar.
La contemplación de los atributos de la carne y de la deidad permanece sin confusión, en cuanto se refiere a cada uno de ellos en  sí mismo. Así la humanidad llora en la tumba de Lázaro, mas la deidad lo llama a la vida.
Incompleto como todo esto es, nos permite percibir claramente el propósito de estos escritores. El carácter histórico de Cristo los obliga a mantener las dos naturalezas completas. Así como la unión interna de la misma.
Cirilo nos conduce también por otro sendero. Hemos de reconocer “un hijo, un señor, un Cristo” como “los dos perfectos”, “las dos naturalezas proceden juntas en unión inquebrantable, sin confusión ni mudanza. En manera alguna disminuimos la concurrente unidad cuando decimos que ella de dos naturalezas.
Pues como el Logos era Dios antes de su descenso a la tierra, así, habiéndose hecho hombre es nuevamente uno. Por lo cual se ha llamado mediador entre Dios y el hombre.
Es muy difícil ofrecer un resumen correcto del concepto de Cirilo. Si comenzamos con su fórmula fundamental, “una naturaleza del Logos divino, hecha carne. El  Logos ya no es más sin carne, pero no por ello viene a ser una personalidad duple, “sino que sigue siendo uno”.
La concepción de Cirilo, como la de Atanasio, medro en un suelo religioso. Puesto que el Logos asumió toda la naturaleza humana, ésta llega a ser partícipe de Dios y de la inmortalidad: “Porque Cristo, el primer hombre… la raíz, por así decir, y las primicias señaladas de los transformados por el espíritu por novedad de vida, debía efectuar la inmortalidad del cuerpo, y hacer a la raza humana, ya, graciosamente y en su totalidad, salva y segura, en la participación de la naturaleza divina”.
La cristología de los teólogos occidental contemporáneos, debemos decir que los dirigentes de la Iglesia occidental no miraron la gran cuestión de la época como un “problema”. Como mantenían firmemente las fórmulas de Tertuliano.
Puedo decir que el manto de la carne, ha sido colocado sobre la sabiduría inmutable. También Ambrosio habla de un vaciamiento y de un esconderse de la divinidad sin definirlo, empero con mayor lucidez, dado que la forma de Dios y la forma de siervo son consideradas como propiedad del Ser encarnado.
Por otro lado la doctrina cristológica de Agustín. Es para él un hecho absolutamente axiomático, el que dos naturalezas o substancias completas, constituyen una persona en Cristo, “Cristo es una persona de doble sustancia, porque es a la vez Dios y hombre”, “Ahora ha aparecido en verdad el mediador entre Dios y el hombre, a fin de que, combinando ambas naturalezas en la unidad de una persona, pudiese exaltar lo ordinario mediante lo extraordinario y temperar lo extraordinario por medio de lo ordinario.
Agustín habla también de la combinación de las naturalezas como una “mezcla”, “el hombre es unido, y en alguna manera mezclado con la Palabra en una unidad de persona”. Es una mezcla de alma y cuerpo; en esta persona, hay una mezcla de Dios y hombre”.
La Designación de María como “Madre de Dios” es una controversia que está ganando popularidad, despertó su oposición. Nestorio sostenía el punto de vista antioqueño tradicional; siendo el Logos, por ser divino, absolutamente inmutable, no pudo nacer.
El hombre Jesús era el órgano de la divinidad, de aquí que el Logos como Dios es estrictamente distinguido del hombre, pero sin hacer por eso dos hijos o dos Cristos.

LA CONTROVERSIA EUTIQUIANA Y LOS CONCILIO DE ÉFESO Y CALEDONIA.
El interés en el hombre Jesús, Cristo debe ser Dios a fin de poder deificarnos; el cristianismo práctico tendía cada vez más a hallar su única forma de expresión en la doctrina y los misterios eclesiásticos. La concepción práctica de la persona de Cristo demandaba, pues, este concepto, y la administración de los ministerios en el ritual de la iglesia la complacía.
El Papa está representado por tres legados, que fueron informados de que la doctrina católica estaba contenida en la “carta doctrinal” La carta de León no fue ni siquiera leída. Eutiques fue restaurado. Flaviano, Eusebio de Dorylaeum, Teodoreto, Domno de Antioquia y otros, fueron depuestos.
León  se constituyó en el refugio de los “humildes y pequeños”, es decir, del partido de oposición, que buscaba ayudar al trono apostólico. León ya no necesitaba el concilio y lo declaró inoportuno, particularmente porque había de realizarse en Nicea y no en Roma.
Una naturaleza llora la muerte de Lázaro, la otra lo despierta de los muertos. Puede decirse, en consecuencia de la unidad de la persona, que el Hijo del hombre descendió del cielo y que el Hijo de Dios fue crucificado y enterrado. Dos naturalezas antes de la encarnación, una después es igualmente profana en ambos miembros. Quien considere real la muerte de Cristo, no puede negar que el hombre a quien ve sufrir es de nuestro propio cuerpo.
Las contradicciones cristológicas de Oriente no hallaron solución, por no hablar de una solución del problema cristológica general. Pero en el curso del desarrollo se introdujo afortunadamente no podemos considerarlo de  otro modo un elemento que bajo la forma que la discusión había entonces asumido y la terminología del momento.

MOVIMIENTOS NACIDOS DE LAS CONTROVERSIAS CRISTOLÓGICAS Y EL RESULTADO DE LA AGITACIÓN
En la historia general se trato de lograr una unión con su Henoticon, se confiesa que Cristo verdadero Dios y verdadero hombre, es consubstancial con el padre según su divinidad y consubstancial con nosotros según su humanidad, pero “uno y no dos”. Porque decimos que los milagros y cualesquiera sufrimientos hayan sobrellevado en la carne son uno. Quienquiera que adopte una doctrina distinta de ésta, haya sido enseñada antes o ahora, en Caledonia o en cualquier parte del orbe.
Anastasio fue sucedido por Justino I. Este se hallaba bajo el dominio de su Sobrino Justiniano, que luego le sucedió en el trono imperial.
La teología de la época de Justiniano se acomodó a las tendencias del Emperador. Esto se ve con particular claridad en el caso del monje “escita”, pariente de Vitaliano.
El reconocimiento de dos naturalezas conduciría a dos hipotasis, o al nestorianismo. Leoncio elude esta consecuencia introduciendo la idea de una naturaleza intrahipostática; es decir, una naturaleza puede combinarse con su otra para formar una unidad de tal manera que, aunque tenga la característica peculiar de su propia existencia, tiene sin embargo su substancia en la otra naturaleza.
Así parece resuelto el problema de la época dos naturalezas independientes, y sin embargo una sola hipótasis. Que justificado el Credo de Calcedonia, y queda justificado Cirilo, porque la hipostasis de Cristo es así la hipóstasis del Logos.
En el quinto concilio ecuménico, el Papa Vigilo, que estaba presente, protesto contra la condenación, como consecuencia fue denunciado por mentiroso.
Puedo Severo decía que son dos naturalezas un Cristo, resumiéndolo que reconocían dos naturalezas después de la unión.
La capacidad de sufrimiento no es pues, natural a él, sino que descansa en su libre voluntad.
Justiniano toleró a los monofisitas. Aún en la capital tenían distinguidos representantes, Juan y el incansable peregrino Jacob el Baradai pudo lograr mucho en la unificación y fortalecimiento del partido.
En otra carta el Papa volvía a rechazar el debate sobre las energías y empleaba la fórmula de León, que cada una de las naturalezas, obra en comunión con la otra.
Hay dos naturalezas con sus peculiaridades, pero una hipóstasis y una persona del Logos divino, junto con carne racionalmente animada.
Volvemos a la contemplación del curso de los sucesos. El Papa Martín I realizó un amplió sinodo en Roma en 649, sin aguardar la aprobación imperial. En él se también al Tipos, que hizo a un lado con la acusación mensaz de verdadera naturaleza en él desaparece. El sinodo decidió de acuerdo con sus deseos, añadiendo al Creso de Calcedonia: “dos voluntades naturales, divina y humana, y dos operaciones naturales”.
El concilio de Constantinopla señala la terminación de los grandes movimientos intelectuales que agitaron a la iglesia desde los días de Apolinar, Nestorio y Cirilo. No dio origen a nuevas ideas ni a tendencias intelectuales, porque la época no ofrecía la energía religiosa para ello tal ausencia se advertía en el hecho de que, como en todas la épocas de decadencia, faltaba el valor de emprender algo nuevo. Las dos naturalezas deben ser aprehendidas en su pleno significado, no sólo en cuanto a la exterior, sino también con respecto a la vida espiritual profunda y a su centro, la voluntad.
Roma en gran parte de la Historia ha sido poderosa. Roma era un poder político. El deseo de preservar intacta la unidad de oriente y occidente hizo que los emperadores griegos dependieron de las enseñanzas dogmáticas de Roma.
Puedo decir que tal cosa haya sido posible, y el Credo de Calcedonia no sólo haya podido mantenerse sino, pese a la más enconada oposición, dominar todo el desarrollo del futuro, indica claramente que es un gran error el colocar toda la cristología oriental bajo el simple rótulo de monofisismo.
En vista de lo anterior podemos decir que fueron las intrigas de los calculadores demogogos de Roma y de los consejeros imperiales de Constantinopla lo que compuso la fe de la iglesia. Tal afirmación no es inexacta, pero tampoco es correcta.
Para comprenden la verdad de esta afirmación, basta considerar la cristología de Máximo, un griego a carta cabal y fanático areopagita. Así se fórmula cristología de la Iglesia griega.
Es calcedonia, pero limita la humanidad de Cristo tanto como le es posible.
Juan de Damasco también dio la forma final a la cristología en el territorio griego. La dogmatica de este dirigente refleja, a su vez, el carácter de los siglos precedentes. La fe es un “asentamiento sin inmoderada curiosidad” a la doctrina incomprensible del Dios trino, los dogmas de la iglesia y las declaraciones de los Padres.
Asimismo en la formula de Cirilo: Una naturaleza del Logos divino hecho carne”, el término “hecho carne” indica “la esencia de la carne”. La unión de las dos naturalezas está implícita en el reconocimiento una hipostasis. En este punto Juan sigue a Leoncio.
Es verdad que no hay naturaleza sin hipostasis, ni esencia sin persona; pero dos naturalezas pueden tener una hipostasis común. La carne de Cristo no tiene otra hipostasis que la que también tiene. La carne de Cristo no tiene otra hipostasis que la que también tiene el Logos; “sino que es enhispostática en la misma hipóstasis”. La hipostasis Logos, por lo tanto, vino a ser la hipostasis de la carne anteriormente interpersonal.



OPINIÓN PERSONAL
Para mí el reconocimiento de dos naturalezas conduciría a dos hipotasis, o al nestorianismo. Es verdad que no hay naturaleza sin hipostasis, ni esencia sin persona; pero dos naturalezas pueden tener una hipostasis común. La idea de una naturaleza intrahipostática; es decir, una naturaleza puede combinarse con su otra para formar una unidad de tal manera que, aunque detenga la característica peculiar de su propia existencia, tiene sin embargo su substancia en la otra naturaleza.
Así parece resuelto el problema de la época dos naturalezas independientes, y sin embargo una sola hipótasis. Que justificado el Credo de Calcedonia, y queda justificado Cirilo, porque la hipostasios de Cristo es así la hipóstasis del Logos.
La unión de las dos naturalezas está implícita en el reconocimiento de una hipostasis.
Además podemos decir que el ser viviente único consiste en algo que es movido y algo que mueve, y no son dos.
Cristo es una persona con una vida personal en mente, y voluntad y energía, es decir, la persona puramente divina.
Dios tiene en la carne humana simplemente su propia energía, no quedando su mente sujeta a las pasiones sensuales y carnales, sino que queda libre para guiar divina e impecablemente la carne y sujetar las emociones carnales.

RETIRO DE AFP 2025 PUEDES RETIRAR HASTA 4 UIT (S/ 21,400)

El gobierno de Dina Boluarte promulgó este 20 de septiembre, la Ley N.° 32445, que autoriza a los afiliados del Sistema Privado de Pensione...